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5 de julio: Compras sanfermineras

Chupinazo
Después de pasarme toda la noche en el autobús de vuelta a Pamplona, necesito dormir un poco. Tengo el cuerpo con forma de asiento de autobús. Una vez en cama, no puedo dormir. Este insomnio se debe a los nervios que tengo. Sólo falta un día para el gran momento. Así que me he puesto a ver el vídeo del chupinazo del año pasado. Me lo he visto mil veces, pero siempre disfruto. Una de mis aficiones es grabar lo máximo que puedo con mi videocámara los momentos más significativos de la fiesta y verlos una y otra vez.
Me voy a la cocina y me encuetro la nevera vacía, menos mal que siempre queda Telepizza . Y después de comer...de compras! Aún no tengo nada. Me tengo que comprar pantalones blancos, camisetas, pañuelico, y el típico champán para tirar en el chupinazo.
Ya he vuuelto, y sigo con mi post un ratito antes de cenar. Os cuento mis compras, aunque son las típicas de todos los años por estas fechas. Me he ido al Centro Comercial La Morea y he visto que ya estaba todo de rojo y blanco . He vuelto a casa con dos pares de pantalones, camisetas blancas con el cartel de San Fermín de este año estampado en la parte delantera. También era imprescidible en mi lista de la compra el típico champán para tirar mañana, día 6, en la Plaza del Ayuntamiento . Por hoy es todo, mañana el gran día. Vosotros seréis los primeros en enteraros cómo me lo pasaré mañana. Hasta mañana en Diario Sanferminero.

5 de julio: Llegué

Ayuntamiento de Pamplona


Ya he llegado a Pamplona. Me ha costado bastante porque me he perdido al entrar. Dicen que es una ciudad muy pequeña pero tiene miles de entradas, que si norte, sur…vamos, que para la persona que no haya estado nunca no es tan fácil situarse. El hotel está muy bien y el barrio donde está, también. Hay un parque al lado muy bonito, Yamaguchi.
Me he ido a dar una vuelta para ver la ciudad antes de San Fermín. He preguntado a unas personas en la calle cómo se iba al centro desde el hotel y me han indicado que fuera andando, “No tiene pérdida”- me han dicho- “sigue recto, está cerca”. Pero vamos, que cerca es un concepto que creo que no compartimos. He tardado unos veinte minutos en llegar, y eso que no iba despacio. Pero bueno, ya no tiene remedio. Por el camino he pasado por otro parque que era todavía más bonito, la Taconera, y luego he callejeado por el Casco Antiguo de la ciudad. Me ha encantado, sobre todo un lugar llamado El Caballo Blanco. Daba una sensación muy acogedora. He estado un largo rato sentada en un bar que hay allí. Así, he podido contemplar distintos barrios de Pamplona desde las antiguas murallas de la ciudad.
He comido en un restaurante de la calle San Nicolás. Y he continuado mi visita. He ido a la Plaza del Castillo y de allí, por Estafeta, he llegado al Ayuntamiento de Pamplona. ¡Qué decepción! Es mucho más pequeño de lo que me esperaba. Siempre he visto el chupinazo por la tele y parece muy espectacular, pero en vivo el lugar cambia bastante. No te extraña que se llene. A ver que me parece mañana vestido de blanco y rojo.

4 de julio: Adiós playita

Comienza la cuenta atrás. Falta muy poco para que estalle la fiesta y yo aquí en la playita, con el bañador luciendo tipo...Hoy es mi últmo día en Salou, después de unos días de vacaciones con mi familia ya tengo ganas de ir a Pamplona, aunque he de confesar que me lo he pasado genial en estas minivacaciones familiares, sobre todo ayer, que fuimos a Port Aventura y me lo pasé en grande. No me gustan mucho las atracciones de riesgo, pero tengo que reconocer que ayer me dejé llevar y me subí hasta en el "Dragon Kan"
Ahora estaba haciendo las maletas. ¡Madre mía, que de cosas me he traido para sólo unos días...! Ay que se me olvida el cargador del móvil! (un segundo, voy a meterlo a la maleta)
Escribiendo, escribiendo, se me está haciendo tarde. Aún tengo que cenar, iré al Burger King y así me despido de mis amigos de Salou, ya nos los veo hasta dentro de una buena temporadita, qué pena, la verdad es que son unos chicos geniales.
A las 23.00 horas sale el autobús, me gusta viajar de noche, porque así me duermo y aprovecho todo el día 5 en Pamplona, que se me presenta agobiadillo.
No me lo puedo ni creer...¡Qué Sanfermines me esperan! Mi familia con los pies remojándose en la orillita del mar y yo remojándome en la fiesta más esperada del año. Mañana os escribo ya desde Pamplona y os cuento cómo ha ido el viaje y mi llegada a la capital navarra. Mi aventura no ha hecho más que empezar...¿os la vais a perder?

4 de julio: haciendo las maletas

Ya no hay remedio. He agotado todos mis recursos. He intentado hasta sobornar a un compañero, pero como no ha dado resultado, me he dado por vencida y ya estoy preparando mi viaje a Pamplona. Esta mañana me he ido de compras. Y es que como todo el mundo va de rojo y blanco, pues no quiero desentonar, ya se sabe "antes muerta que sencilla". He pasado por Zara y me he comprado un par de pantalones y varias camisetas de color blanco. He intentado conseguir un pañuelo rojo, pero no he encontrado nada, por lo que me lo tendré que comprar allí.
También he llamado para reservar el hotel. Como mi "querido" ex es el que va a pagar todo, no voy a escatimar en ningún gasto. He estado investigando por Internet y he cogido habitación en el hotel más caro, el Iruña Park. A ver si cuando le llegue mi factura del viaje se lo pasa tan bien como ahora. Un compañero de deportes, Pablo, me ha dicho que en este hotel se aloja el Barça, el Real Madrid o el Valencia cuando van a jugar contra Osasuna. Así que igual duermo en la cama de Beckham y todo.
Ya tengo la maleta y me he despedido de mis amigos y de mi familia, así que mañana muy temprano me iré para Pamplona. La fiesta me espera. Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu qué suerte,no?

Quién soy

Éste es mi grito de guerra: "¡Qué pasa Jotas!" Soy la versión pamplonica del "¡Qué pasa nen!" de Buenafuente. Ahora ya os hacéis una idea de cómo soy. Pero bueno vamos por partes y así os explico cómo soy. Me llamo José Javier, aunque la gente me conoce por mis iniciales: Jota Jota. Estoy estudiando el último curso de Comunicación Audiovisual, y en mi mente sólo hay dos colores: el rojo y el blanco.
Mi mundo gira alrededor de los Sanfermines. La fiesta más internacional y más divertida de todas. 9 días y 8 noches para no parar y disfrutar de todo al máximo.
Confieso ser el juerguista número uno. Ya empiezo el año con una gran fiesta de Nochevieja, y de ahí vienen las fiestas rodadas, una tras otra. No me pierdo ninguna. Licenciaturas, carpas, cumpleaños, carnaval...y si no hay fiestas me las invento: Fiesta de San Valentín, fin de exámenes, fiesta de la Primavera..., por celebrar, festejo hasta la Feria de Abril con su traje típico y todo. ¡Si es que me apunto a un bombardeo!
Pero para mí, la favorita es la fiesta entre las fiestas: los Sanfermines. Este año se me presenta muy buen plan. Mis padres se van de vacaciones, así que me quedo solito en casa. Las prácticas de verano las comienzo en agosto en Madrid, en una famosa cadena de televisión, por lo tanto tengo el mes de julio libre. ¡Qué peligro!
Bueno sanferfanes, espero que con estos datos tengáis una imagen, más o menos aproximada, de cómo soy. Muy pronto, podréis conocer mis peripecias en estas fiestas que este año, más que nunca, prometen...

Quién soy

Hola me llamo Mila y voy a morir, o bueno, eso me gustaría. ¿Por qué? Pues porque mi vida es un asco. El dicho de que cuando algo va mal siempre puede ir peor, es verdad, o por lo menos en mi caso. Trabajo como reportera de la sección local de un periódico leonés llamado Crónica. Mi jefe me ha hecho ir hoy a su despacho. Cuando un jefe te llama a su despacho seguro que es para algo malo, pero nunca creía que tanto. Una feria de ganado, un concurso de coleccionistas o algo así, pensaba que sería suficiente. Pero no, mi jefe es mucho más sádico que todo eso. No sólo quiere fastidiarme sino que quiere hundirme. Y es que estuvimos saliendo durante un tiempo y la cosa no ha acabado muy bien. ¿Qué tengo que hacer? Eso os estaréis preguntando, pues tengo que ir a Pamplona para escribir sobre los sanfermines. La persona que iba a hacerlo se ha puesto enferma, o eso dice, y me han asignado el marrón a mí.
El tema es que odio las fiestas y, por supuesto, mi ex lo sabía. Lo que pasa es que no me queda más remedio. Me voy a Pamplona o me despiden, así que tendré que empezar a hacer las maletas. Nunca le daría ese placer.