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diariosanferminero

10 de julio: Día infantil

los gigantes



Hoy he buscado el otro lado de la fiesta. He querido ver cómo la vivían los niños más pequeños. Ya se sabe, después de la juerga, siempre llega la calma. Así que, muy a mi pesar, he madrugado. A veces soy un poco inteligente y ayer fue una de ellas. Cuando llegué sobre las cinco y media de la mañana pedí en recepción que me llamaran para despertarme. Quería levantarme a las nueve de la mañana. En aquellos momentos me pareció muy buena idea, de hecho pensé que con dormir un par de horas era suficiente. Pero esta mañana, cuando ha sonado el teléfono, creía que era una broma macabra. Sonaba una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez… Sin descanso. No ha parado hasta que he extendido el brazo y lo he descolgado. Como he podido me lo he llevado hasta la oreja. Es entonces, cuando una voz de mujer bastante desagradable me ha dado los buenos días y me ha dicho que eran las nueve. Muy a mi pesar he decidido levantarme, no le daría el gusto a mi ex de no cumplir con mi trabajo. Eso sí, lo de que dormir un par de horas es suficiente, ya no lo tenía tan claro.
He llegado como he podido a la ducha y me he dado el mejor remojón de toda mi vida. Empezaba a despertarme. En ese momento he apreciado el valor de vestir durante tantos días igual, de rojo y blanco. Cuando te levantas con dolor de cabeza y sin apenas dormir es muy difícil combinar colores. Por tanto, llevar siempre lo mismo, facilita mucho las cosas.
Una hora más tarde, he bajado a desayunar. Hambre, lo que se dice, no tenía. Me he pedido un café y un bollo, pero no he podido terminarlo. Y así he salido hacia Carlos III. Mi objetivo: encontrarme con los kilikis y los gigantes. La primera vez que oí ese nombre, kilikis, me hizo mucha gracia. Me habían hablado tanto y tan bien de ellos, que tenía muchas ganas de verlos, aunque no sé si había escogido el día más propicio. Después de recorrer varias calles y preguntar a algún que otro naranjito, he conseguido encontrarlos. Había mucha gente, sobre todo padres y abuelos con niños.
Los gigantes son grandes figuras de reyes de distintos lugares del mundo que bailan al son de la banda de música. Los kilikis son personas disfrazadas con grandes cabezas, de ahí que también se llamen cabezudos, que pegan con una verga de espuma a los niños. Todos recorren juntos las calles del centro de Pamplona durante todas las mañanas de Sanfermines. La verdad es que es todo un acontecimiento para los más pequeños de la casa y para los no tan pequeños, ya que es muy divertido ver como lloran de miedo y se esconden detrás de sus padres. Al ritmo de la comparsa he llegado hasta el Paseo Sarasate. Allí, durante las fiestas, ponen una tómbola de Cáritas. Unos boletos, bastante caros, 75 céntimos el boleto, con los que puedes ganar distintos premios ( bicis, coches, batidoras…) y a la vez ayudas a los más necesitados. Me he decidido a comprar varios boletos, concretamente siete. Abrirlos es emocionante. La esperanza de tener la bici o por lo menos un balón de plástico es increíble. El problema es que en la mayoría obtienes un “ Sorteo coche nº5” o un “Reúna boletos como este”. Vamos, que por 5 euros me he llevado una lata de olivas verdes.

torico de fuego
Ya por la noche, he ido a ver el “torico de fuego”. Sale desde la trasera del Ayuntamiento, a las diez de la noche, y recorre varias calles de lo viejo persiguiendo a los niños más atrevidos. Una vez que ha acabado con las actividades infantiles, me he ido al hotel y me he metido a la cama. Estaba cansadísima. La siesta que me había echado de dos horas, no había sido suficiente.
Mañana sería un día más tranquilo.

4 comentarios

Anónimo -

El siete es un número de la suerte, no piense mal.No hay ninguna otra razón

Una pamplonica -

Siete boletos, qué curioso. Ni seis, ni ocho. Siete. ¿Por qué será? :P Sí que es emocionante, sí, lo de abrir boletos... Pero al final te quedas pelín ofuscada, con tanto "sorteo" y tanto "reúna". Además, los boletos son más caros cada año. Por cierto, ¿no le pegó ningún kiliki?

M.L. -

¿Qué haces un sábado a las once menos cuarto leyendo esto?, ¿te reservas para la licenciatura?

A? -

Hola...
Lo de la tómbola a mí también me pasaba... ;-)